lunes, 26 de diciembre de 2011

La Iglesia de San Bernardo hace 75 años





Artículo escrito por el Hermano Mayor de San Bernardo, José María Lobo Almazán, en el boletín de su Cofradía de diciembre de 2011.


La Iglesia parroquial de San Bernardo,desde que se construyó y bendijo en 1785, ha sufrido multitud de cambios en su interior. Todos los cambios fueron consensuados entre unos y otros, salvo el llevado a cabo, ahora hace 75 años, con motivo de las revueltas ocurridas en Sevilla en Julio de 1936.

Para hacernos una idea de lo ocurrido, basta sólo ver el informe que sobre la iglesia de San Bernardo elabora la Junta Conservadora del Tesoro Artístico -2ªDivisión-, días más tarde de los acontecimientos:



“La arquitectura de esta iglesia no ha sufrido daños de consideración. Porello, tras una limpieza a fondo de la misma y recogida de los restos de retablos, esculturas,etc., puede abrirse al culto rápidamente./ Los mayores destrozos se han efectuado en las imágenes, sin embargo, alguna de ellas pueden ser reconstruidas pues sólo han sido destruidas a golpe, conservándose los fragmentos; otras por el contrario han sido quemadas, como por ejemplo el Cristo de la Salud, una Asunción del taller de Montañés y otras. Los retablos excepción hecha del mayor también han sido destrozados en parte./ El cancel principal y las puertas han sido destrozados y quemadas por lo que es preciso la construcción de alguna de estas. / Entre los cuadros que ornaban la iglesia han sidoretirados por esta Junta tres de ellos para proceder a su restauración, caso de ser posible./ Han sido, también destruidos varios ornamentos de la iglesia y entre los objetos de orfebrería faltan tres cálices, dos copones,una taza, un viril de plata, un manifestador de plata, Meneses; se encuentra destruida en parte, la Cruz parroquial de plata. Los objetos que se han salvado de los saqueos se encuentran en poder del Cura Párroco de San Sebastián. / El archivo también ha sido saqueado hallándose diseminado en gran parte por la iglesia, mucho agradecería esta Junta al Sr. Cura que quedase encargado en definitiva de la parroquia, la ordenación de todos aquellos documentos que tan interesantes son, para la historia del edificio, como para los trámites legales de la feligresía. / Sevilla

7 de Septiembre de 1936 / EL SECRETARIO

/ Vº Bª / El vicepresidente accidental / Firmado: Ilegible”

Como podemos observar por el informe, el templo no sufrió deterioro de consideración durante los sucesos revolucionarios, tan sólo se vio afectada la estatua del Santo Titular de la portada, pero sin mutilaciones de importancia.

Retablo que reproduce la desaparecida Virgen del Refugio, en una vivienda de la calle San Bernardo.

También vemos que la Iglesia no se quemó, los exaltados hicieron una hoguera en la puerta principal y la avivaron destrozando altares y arrancando las imágenes para echarlas al fuego, dejando el interior de la misma totalmente alterado y teniéndose que restaurar altares, imágenes, pinturas y otros elementos decorativos, así como también hubo que reponer otras muchas obras de arte que habían desaparecido pacto de las llamas.

Para ver realmente los cambios que se tuvieron que hacer a partir de entonces, trataremos de hacer un pequeño recorrido por las naves del templo, describiendo todos los elementos y resaltando lo perdido para poderlo comparar con lo
actualmente existente.

En la nave central, su altar mayor estaba presidido en su hornacina principal por una interesante imagen del Santo Abad de Claraval, obra probable del último cuarto del siglo XVII. A los lados las esculturas de San Pedro y San Leandro. En el cuerpo superior, la figura del Crucificado en el centro, y las estatuas de San Isidoro y San Fernando, parecían compañeras de la imagen Titular. A excepción de estas dos, que se hallaban en sus respectivos lugares, las demás fueron destrozadas.

En los machones del arco toral, se hallaban dos sencillos retablos, dedicados a la Virgen del Carmen y a Santa Teresa.

Colgados en los pilares de la nave varios lienzos con figuras de Apóstoles, y en los machones de los pies, dos relieves, representando el uno, la Santísima Trinidad y el otro la imagen de la Virgen, portada por ángeles y en actitud de ser coronada por Aquella. Ambos relieves, piezas maestras de la escultura sevillana, estaban documentados entre la producción del insigne imaginero Juan Martínez Montañés; siendo además elementos muy importantes para el estudio de la evolución artística de dicho maestro, por la fecha a que pertenecen, ya que formaban parte del desaparecido retablo mayor del Monasterio sevillano de Santo Domingo de Porta Coeli, ejecutado por el citado escultor en su arquitectura, talla y escultura, y pintado, dorado, encarnado y estofado, por el eximio pintor Francisco Pacheco de 1605 a 1609. Las citadas imágenes de los retablos, desaparecieron, así como las figuras del Apostolado. Los referidos relieves fueron destrozados; conservándose deterioradas, algunas cabezas y pequeños trozos. A los pies de la nave central, un órgano sufrió importantes desperfectos, y en la capilla bautismal se destrozaron algunas pinturas, todas de poco interés artístico.

En la cabecera de la nave del Evangelio se hallaba la capilla Sacramental, ocupando el fondo de la misma un retablo cuyos elementos constructivos mostraban caracteres neoclásicos y en su decoración se mantenían motivos de tipo rocalla. Estaba constituido por una especie de baldaquino, donde se hallaba la imagen de la Inmaculada, de estilo barroco y producida en el mismo momento que el retablo; y en la parte inferior un doble elemento constituido por el Sagrario y Tabernáculo. En este se hallaban varias imágenes pequeñitas de notoria belleza artística, representando a San Miguel Arcángel, Santo Tomás de Aquino, San Juan Bautista, San Juan Evangelista y San Agustín.

Del mencionado Sagrario se quitó un pequeño estípite, que se conservaba; la escultura de la Virgen fue destrozada, habiéndose hallado las manos y la cabeza con dos impactos de bala; las demás imágenes referidas, quedaron acéfalas, y con alguna otra mutilación.

 En dicha capilla además había, dos cornucopias con símbolos Eucarísticos y un retablo neoclásico sencillo donde se hallaba notable lienzo representando a la Virgen del Pópulo, que sufrió deterioros. En dicho retablo se veneraba también una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que desapareció. Dicha imagen la había donado a la Hermandad Sacramental, en 1914, Dª Eduarda Merino Vargas, así como el importe de la restauración del referido retablo.

Saliendo al crucero, se hallaba una imagen de gran interés artístico del Niño Jesús y dos lienzos con figuras de Apóstoles. Uno y otros, desaparecieron.

A continuación en el frente principal del crucero, se situaba el retablo dedicado a las Ánimas del Purgatorio. Arquitectónicamente dicho retablo estaba constituido por un cuerpo delimitado por columnas salomónicas y un ático con la escultura del Arcángel San Miguel. En él se podía ver el magnífico lienzo con la historia del Juicio Final, concertado por el insigne pintor Francisco de Herrera y Aguilar, llamado comúnmente “el Viejo”, el año 1628. El retablo no sufrió desperfectos pero el lienzo quedó dividido en varios trozos.

Seguidamente se hallaba en la nave un retablo estilo rocalla, perteneciente al siglo XVIII, donde se veneraban una imagen de Jesús atado a la columna donado a la Hermandad Sacramental por el hermano y bienhechor D. Eusebio Pulido, cuatro figuras de Evangelistas y, en el ático, a las Santas Justa y Rufina, todas en madera policromada. Estas obras se perdieron en el saqueo, pero el retablo solo sufrió ligeros desperfectos –en la actualidad en su lugar se sitúa el altar de Santa Bárbara-.

Pasado el cancel de la puerta, que también fue destrozado, se hallaba otro retablo sin interés alguno, con la Imagen del Cristo de los Afligidos y las esculturas de San Juan Nepomuceno, San Julián y Santa Rita, todas en madera policromada. El retablo sufrió ligeros deterioros y las imágenes se perdieron.

En el testero colateral de la nave de la Epístola, se encontraba un interesantísimo retablo barroco, concertado por el maestro Fernando de Barahona en 1690,de notoria importancia en la evolución de los elementos arquitectónicos sevillanos. Presidía el camarín central, la imagen de vestir de Nuestra Señora del Patrocinio, carente de mérito artístico; a los lados las figuras de San José y San Antonio de Padua en madera policromada, de la misma época y estilo del retablo; en la parte superior, notable relieve representando la Visitación, de análogos caracteres. Arquitectónicamente el retablo no sufrió deterioros importantes, aunque si hubo que lamentar la pérdida de la imágenes.

Saliendo al crucero se hallaban dos pinturas de Apóstoles, que desaparecieron, ocupando el testero un bello retablo barroco, de análoga composición al de Ánimas, situado frente a él. Fue concertado por el referido maestro Fernando de Barahona en 1692. En él se veneraba la importantísima imagen del Cristo de la Salud, Titular de la Hermandad de penitencia de San Bernardo. A sus pies se hallaba postrada en actitud dolorida la figura de la Magdalena, y en los lados Nuestra Señora del Refugio y San Juan.

El retablo no sufrió en su integridad arquitectónica; pero sí las imágenes referidas. La del Crucificado quedó extraordinariamente mutilada, conservándose sólo restos de algunas extremidades.




Siguiendo la nave se hallaba un retablo de estilo rocalla, dedicado a San José. La imagen del Santo Patriarca, portaba el Niño Jesús en sus brazos, según la iconografía josefina del siglo XVIII. En el ático del retablo existía un lienzo representando la Coronación de la Virgen y en la parte baja, varias figuras de barro de un Nacimiento, y otras más de las que no se encuentran datos. Las citadas imágenes escultóricas desaparecieron.

A continuación, existía un sencillo retablo donde recibía culto la imagen de vestir de Nuestra Señora del Buen Aire. En su parte baja, curiosa pintura de Santa Lucia. Uno y otras perecieron –en la actualidad no existe ninguno en su lugar-.

Seguía un interesante retablo de estilo rocalla, del tercer cuarto del siglo XVIII. En él se exhibía una notable pintura de la Anunciación y a los lados relieves con figuras de Santos y otro representando asunto benedictino, en la parte superior. En el plan de Altar, había una urna con la figura yacente de la Virgen del Tránsito, de singular mérito y procedente del destruido convento de San Agustín, traída por el fraile agustino Fray Manuel Sánchez Sousa y colocada con autorización de la Hermandad Sacramental. El retablo sufrió importantes mutilaciones y muy destrozada resultó la referida pintura.

El último retablo de la nave era de estilo neoclásico, donde recibía culto una interesante imagen de Nuestra Señora del Rosario, salvada del saqueo, por hallarse fuera del templo durante los sucesos revolucionarios. Su camarera después de las elecciones del 16 de febrero,tuvo buen cuidado de ponerla a buen recaudo, llevándose la escultura a su domicilio. Dicha Imagen fue la que presidió el Altar Mayor el día de la bendición del templo de San Bernardo, después de su restauración, un 11 de febrero de 1.937.

Una vez hecho el recorrido, podemos apreciar como era el nterior de nuestro templo de San Bernardo hace 75 años; y comparándolo con lo existente en la actualidad,

podemos observar los cambios efectuados después de aquellos tristes sucesos.



Bibliografía y Fuentes Documentales:


HERNÁNDEZ DÍAZ, José y SANCHO CORBACHO, Antonio: “Estudio de los edificios religiosos y objetos de culto de la ciudad de Sevilla, saqueados y destruidos por los marxistas”. Sevilla, Imprenta de la Gavidia, 1936.





SEBASTIÁN y BANDARÁN, José (Pbro., Capellán Real) y TINEO LARA, Antonio (Cura ecónomo de Omnium Sanctorum): “La persecución religiosa en la Archidiócesis de Sevilla”. Sevilla, EditorialSevillana, 1938.




Oficio de la “Junta Conservadora del Tesoro Artístico – 2ª División” facilitado por mi buen amigo, el investigador Mario Sánchez Álvarez, extraído de los Expedientes correspondientes a las piezas décima y undécima relativas a la Persecución religiosa de la provincia de Sevilla y al Tesoro artístico y Cultura roja de la provincia de Sevilla.



(A)RCHIVO (H)ERMANDAD (S)ACRAMENTAL (S)AN (B)ERNARDO. Libro nº 15 “Libro de Inventarios”. 1857 – 1928. A.H.S.S.B. Libro.

martes, 13 de diciembre de 2011

Azulejos y retablos de Hermandades


Pequeño retablo de la desaparecida Virgen del Refugio de la Hermandad de San Bernardo. Desgraciadamente se perdió tras el saqueo producido en julio de 1936.
Situado en la calle San Bernardo 36.


Iglesia de San Martin.
400 años de la fundación de la Hermandad del Museo.
Paseo de Catalina de Ribera.
Hermandad de la Candelaria con motivo del XXV aniversario del nombramiento como Co Patrona de Parques y Jardines.
Iglesia de San Marcos.
300 Aniversarios de la fundación de la Hermandad de los Dolores ( Servitas).


Hermandad de Santa Cruz.
Convento de las Carmelitas, en la calle Santa Teresa (Barrio de Santa Cruz).

Hermandad de los Gitanos.
Calle Fernando de la Cudra ( Triana ).

Hermandad de La Carretería
C/ Real de la Carretería, 15.

 Hermandad de la Macarena.
Iglesia de San Gil.


Taller de Sebastián Santos Rojas, en la calle Santiago.
Azulejo conmemorativo del 50 aniversario de la talla del Señor de la Cena.
 
CCL Aniversario de la fundación de la Hermandad de las Aguas.
Iglesia de Santiago.

450 Aniversario de la Hermandad de la Estrella.
Exclusa de Sevilla.


domingo, 5 de junio de 2011

Salida de la Hermandad de la Estrella 1932



La salida de la Hermandad de la Estrella viene rodeada de unos acontecimientos históricos, de gran importancia para la historia de nuestro País y en particular de Nuestra Ciudad. Los cambios sociales producidos en los prolegómenos de la década de los años treinta del siglo pasado, provoca una defensa de la Archidiócesis de nuestra ciudad. Las primera consecuencia de realizar un proyecto de decreto, regulador de las elecciones a las Juntas directivas de la las Hermandades de Sevilla. En el cual en su apartado primero solo se permite a varones mayores de 14 años y con un año de antigüedad. En su apartado “e”, prohíbe estar afiliado a ninguna secta ni sociedad reprobada por la iglesia, como la masonería o el socialismo, u otras[i]. El carácter del Palacio Arzobispal, defiende los valores tradicionales.

La Ciudad no se aísla de los acontecimientos políticos de la vida cotidiana del País, en las elecciones municipales que cambio la Historia de España. Sale elegido el republicano radical Rodrigo Fernández y García de la Villa. La coalición de izquierda conseguiría 32 concejales a favor, siendo seguido como la segunda fuerza los monárquicos con 18 concejales. Posteriormente el Alcalde pasó a Diputado a cortes, siendo sustituido por José González y Fernández de la Barrera[ii]. Los acontecimientos históricos se aceleran, el movimiento obrero se organiza llegando a producirse numerosos altercados como la quema de Iglesias, Capilla de San José el 11 de mayo de 1931. Todo esto y una fuerte presión de los sectores más conservadores de la derecha sevillana. Minaron un campo poco propicio para la preparación de la Semana Santa del año 1932.

El Ayuntamiento convoca a las Hermandades y a las corporaciones Civiles de la Ciudad el 3 de diciembre de 1931[iii]. En dicha reunión se remarca la diferencia entre la repercusión comercial y económica, enfrentándose al aspecto religioso de las Hermandades. Se comprende que las Cofradías deben de responder según sus reglas sobre una posible salida. La Macarena, La O, La Exaltación, Esperanza de Triana confirma su salida al junta Municipal, en fechas posteriores.

En la Hemeroteca Municipal en las diferentes publicaciones se pueden observar las luchas de las Juntas directivas y del Arzobispado para defender la abstención de las Hermandades en su salida procesional. La redacción de cada Diario nos refleja la ideología de cada Editorial. En la edición del día 3 de febrero del Liberal refleja la reunión del Gobernador de la Ciudad el Sr. Sol Sánchez con el Cardenal Ilundain, para acercar postura. Al día siguiente en el Correo de Andalucía se refleja por primera vez la Intención de la salida procesional del Cristo de la Penas de San Jacinto. Posteriormente el Alcalde y el Gobernador se reúnen con los representantes de las Hermandades, el pretexto no era insalvable desde un punto de vista económico según la delegación Civil, los Hermanos Mayores desviaron a una discusión política. En quince días se volverían a reunir. Tras la huelga anunciada por los vendedores de bebidas, el Liberal el 8 de febrero entrevista a Barneto líder sindical, anunciando que los costaleros no se negarían realizar el trabajo de cargas los pasos, era un trabajo más.

La Hermandad de la Estrella convoca el Cabildo de Oficiales, el 13 de febrero de 1932. La salida se aprueba con ocho votos a favor y siete en contra de la salida. Se repite días posteriores debidos al que el director espiritual Sebastián Bandaran, introduce su voto sin tener derecho según las reglas. El 17 de ese mismo mes se repite el Cabildo, los votos son mayoría veinte a favor ante los seis en contra. El Hermano Mayor presenta la dimisión no siendo aceptada por los restantes miembros de la Hermandad[iv]. Se redacta un comunicado dirigido al Alcalde de la Ciudad y al Gobernador Civil, comunicarle el deseo de realizar la estación de penitencia. Estando acondicionada por las condiciones económicas de la Entidad, debido al carácter humilde de sus Hermanos. Días posteriores el Director Espiritual presenta su renuncia, escribiendo un artículo en el Correo de Andalucía, describiendo su actitud ante los hechos. La postura oficial de la Iglesia se oponía a la salida de las Cofradías este año.

Se crea la Federación de Hermandades y Asociaciones de Sevilla[v]. Sus componentes pertenecen a la una clase política conservadora de Sevilla. Su afiliación pretendía organizar un órgano de presión ante la Casa Grande de nuestra Ciudad.

Las Hermandades van comunicando su propósito de no salir al Palacio Arzobispal, al Ayuntamiento. La Hermandad de la Macarena visita al Cardenal y al Gobernador Civil el día 23 de febrero para comunicarle las dudas sobre la presunta salida. En la siguiente jornada se produce el Cabildo en la Iglesia de San Gil. El Noticiero Sevillano recoge la opinión de un Hermano, donde la negativa a la salida obedece a cuestiones políticas. Los 180 votos en contra y las 23 abstenciones provocaron un provocaron una posible salida de otras Hermandades dudosas ante los hechos.

Las presiones a las Hermandades se recogen en la Prensa de ámbito Nacional. El Sol de Madrid el 27 de febrero refleja la postura negativa de un Hermano Mayor del Jueves Santos, ante la salida de la Corporación Trianera. Catalogándola “como una pobrecita con pocos cofrades”. Por el contrario El Liberal y El Noticiero Sevillano de carácter republicano, redacta innumerables artículos sobre el beneficio de la salida de las cofradías para nuestra ciudad.

Los días previos se realizan reuniones con la Delegación del Gobierno, comunicando que la Guardia civil no custodiara a las Hermandades. El Sr Sol, transmite en el Diario la Unión, que el Ayuntamiento no debe pedirle permiso para la salida de las Hermandades. El 22 de marzo en el Noticiero Sevillano se recoge la petición de trasladar la salida de la Hermandad Trianera al Jueves Santos, por motivos económicos, el Consistorio apoyará a la salida. Según un antiguo de la Hermandad, la Cofradía contenía una deuda con la comunidad de Dominicos de la Iglesia de San Jacinto, correspondiente a cultos en dicho templo. El Lunes Santos, miembros de la Junta de Gobierno abalan un crédito ante una entidad bancaria, para sufragar los gastos de la Hermandad.


La salida de la Hermandad comienza con pequeños altercados, el Liberal del día 25 de marzo, un nazareno es agredido antes de la salida Procesional. Ser detiene a un sospechoso, el hermano de la cofradía no lo reconoce. El Cristo sale a las puertas del Templo a la cinco menos cuarto. Los incidentes se agravan al llegar a Sierpes, esquina Santa María de Gracia se arroja una piedra dando en el Simpecado, tras tropezar en la insignia cae en la cabeza de un soldado. Detienen Manuel Fernández de la Rosa. En su expediente procesal, es detenido por delito contra el libre ejercicio de los Cultos[vi],en el Juzgado del Distrito Magdalena. La Cofradía avanza y a la altura del Circulo Labradores un grupo comienza a tirar piedras, produciéndose una redada. El Alcalde recibe en el Ayuntamiento a la Hermandad, se envía un telegrama al presidente de la Republica, donde se describe el gran entusiasmo de la Ciudad al presenciar a la Hermandad. Dentro de la Catedral siguen las detenciones. Tras la salida del Templo se escuchan unas detonaciones, las carreras son continuas. Se detiene Emiliano González Sánchez, tras una persecución y un tiroteo en la calle San Gregorio. Diego Jiménez Martínez, golpea al presunto autor con un bastón. Se traslada a comisaria con fuerte protección tras los intento de linchamiento. A la entrada de Triana, le arrojan huevos impregnado de gasolina. Los pasos entran en la Iglesia conventual a las diez y media, como redacta el comunicado que el Mayordomo de la Hermandad envía a la Alcaldía, dándole las gracias por las atenciones a esta corporación[vii].



El Círculo Mercantil subvenciona con 500 pesetas, a la Hermandad de la Estrella. En el libro de Actas de dicha entidad, recrimina a Ramón Franco Bahamonte, de las declaraciones en contra de la Ciudad de Sevilla en el mitin dado por Gil Robles el 21 de febrero[viii]. La junta de Gobierno de la cofradía trianera refleja en sus actas el agradecimiento a la asociación de la calle Sierpes.

Los sucesos trastornaron a la Ciudad, en el archivo del Ayuntamiento, se recoge el documento donde se reclama la documentación por parte del Juzgado del Salvador, para saber si la Junta de la Hermandad pidió los permisos para realizar estación de penitencia. Debido a los delitos de lesiones y delito contra la libertad del ejercicio de culto. Las presiones al Hermano Mayor Sr Manuel Canela, se refleja en la carta enviada por dicha persona al ABC de Sevilla, donde siendo contrario a la salida el acepta la votación del cabildo, editada el cinco de abril de 1932.

El detenido por los disparo a la Virgen de la Estrella, es trasladado a la cárcel de Sevilla. Posteriormente se le traslada al Cuartel del Regimiento de Soria 9,el 9 de abril, realizándose un consejo de guerra por disparo a la Autoridad y el libre ejercicio del Culto, causa 79 - 932[ix].Tras ser condenado se traslada al Puerto de Santa María, el 23 de abril. Es protagonista de una fuga según redacta el diario ABC,20 de mayo. Emiliano González Sánchez es detenido al final de la guerra civil española sufriendo otro consejo en Ciuda Real tras su paso de la Prisión sevillana, es traslado a Valencia. Tras su salida, reside en esta ultima capital, como fotógrafo, falleciendo en 1954[x].

Los detenidos contra el Libre ejercicio del culto público: Joaquín Rodríguez Carrasco, José Martínez Bernal, Manuel Peña Lara, Antonio Ibarra Desate, Daniel Maceda Rabade, Juan García Dana, Idelfonso Martin Garrido, Manuel Espinosa Serrano, Vicente García Ramos, Manuel Velázquez Barrios. Luis Sánchez García. Ingresaron 15 días en la cárcel de Carmona. Dentro de estas personas se encuentra delincuentes comunes y afiliados a sindicatos. La policía realizo una redada donde se justificaba ante la Delegación del Gobierno. La suerte de esta persona cambiaron, sus fichas policiales y su comportamiento en los prolegómenos de la Guerra Civil provoco innumerables detenciones. Manuel Peña Lara, es detenido en 1934 por la ley de Orden Público, tres años después es detenido y tras un breve sumario es fusilado en la Muralla de la Macarena el 14 de abril de 1937[xi].Joaquín Rodríguez Carrasco, es detenido por sedición, en mayo de 1932. Al terminar la Guerra es detenido por su ideología política y su mala conducta. Su comportamiento en prisión, es calificada como peligrosa tras presentar enajenación mental, siendo puesto en libertad en 1944[xii]. José Martínez Bernal, es detenido por La ley de Orden Público en agosto de 1932 y marzo de 1934, siendo condenado en consejo de guerra en 1935.Diez año después sufre otro proceso, condenado a seis años[xiii]. Juan García Dana, es condenado a muerte conmutándole la pena a treinta años de prisión en 1938, por adhesión a la rebelión. En 1943 es trasladado a la Colonia Penitenciaria de Dos Hermanas, siendo puesto en libertad en abril de 1944[xiv]. José Espinosa Serrano, es detenido por amenazas de muerte en mayo de 1932,vuelve a ingresar en 1934 tras recurrir las acusaciones por un robo en la calle Arroyo de 725 pesetas y dos relojes valorado cada uno en 25 pesetas. Finalmente es fusilado el 1 de agosto en las inmediaciones del cementerio de San Fernando, por su afiliación sindical[xv].


La repercusión social de la salida fue importantísima, periódicos de todas las localidades del País publicaron la Noticia de la salida: El Sol, Época, Luz , La Voz de Madrid; El Día de San Sebastián; El Noroeste, La Prensa de Gijón; La Vanguardia de Barcelona; La Provincia de Úbeda; o El Defensor de Granada, donde refleja en sus páginas que el Ministro de Gobernación da cuenta de los tumultos de Sevilla.

Tras leer diferentes documentaciones, y teorías sobre la salida de la Hermandad trianera. Se opinaba antiguamente, los motivos que suscitaron a la Cofradía, fueron por estar en contra del régimen establecido. Otras personas abogan para apoyar a los dirigentes republicano. Particularmente defiendo una teoría más avanzadas, donde la Izquierda Sevillana más conservadora y la Derecha aburguesada, estaban de acuerdo en la salida de las Cofradías sevillanas, apoyando económicamente a la Hermandad. Los elementos más radicales Comunistas y Anarquistas boicotearon la salida el mismo Domingo de Ramos. Así la Derecha más conservadoras, creando la Confederación de Hermandades y criticando en los medios de prensa local y nacional no establecieron un ambiente propicio para que salieran las Hermandades. Estos dirigentes corrieron diferente suerte, muchos terminaron en puestos de relevancia Municipal en las siguientes décadas.



[i] Archivo Arzobispal de Sevilla. Asuntos Despachables, Legajo 05344.
[ii] Historia de Sevilla, publicado por la Universidad de Sevilla 1992.
[iii] Archivo del Ayuntamiento de Sevilla. Negociados de Ferias y Festivos, expediente número 21.
[iv] Libro Numero I del Libro de actas de la Hermandad de la Estrella.
[v] Archivo Arzobispal de Sevilla. Asuntos Despachables, legajo 05060.
[vi] Archivo Provincial de Sevilla. Legajo Prisiones 26134.
[vii] Archivo del Ayuntamiento de Sevilla. Negociados de Ferias y Festivos, expediente número 21.
[viii] Libro 6 de Actas Junta Directivas. Pagina 43.Circulo Mercantil.
[ix] Archivo Provincial de Sevilla. Legajo Prisiones 19802
[x] Mas Pasión 7, número 2.
[xi] Archivo Provincial de Sevilla, legajo Prisiones 26156. Archivo Militar de Sevilla, legajo 1380 – 938. “Sevilla del Golpe Militar a la Guerra Civil” de J. Ortiz Villalba 1996.
[xii] Archivo Provincial de Sevilla, legajo Prisiones 28821.
[xiii] Archivo Provincial de Sevilla, legajo Prisiones 21533.
[xiv] Archivo Provincial de Sevilla, legajo Prisiones 26156.
[xv] Archivo Provincial de Sevilla, legajo Prisiones 26116, legajo libro sentencias 3197. “Sevilla del Golpe Militar a la Guerra Civil” de J. Ortiz Villalba 1996.

Mario Sánchez Álvarez
Artículo publicado en el Boletín del Consejo de Cofradías de Sevilla nº616, Junio 2010.